En 2012 tuve la increíble oportunidad de sentir “A vivir”, y es que ese monólogo de Odin Dupeyron no sólo se ve, vibras con él.
Fue tanto el impacto que tuvo en mí que lo recomendé a familias y amigos como si se tratara de un proyecto personal.
Desde entonces, tengo en cuenta que NO TENGO QUE hacer nada por quedar bien o porque es lo que dicen los demás, que SER requiere de autenticidad, si no, no se es.
Felicidades Odin por arriesgarte a ser el protagonista, guionista, productor y director de tu propia obra, pero sobre todo de tu propia vida, que ha influido en cientos de miles como yo.
Discussion about this post