Opiniones

Hablemos de NIÑEZ, hablemos de CASA DEL SOL

Por Enrique Valentín. Director ejecutivo de Casa del Sol.

Por Enrique Valentín. Director ejecutivo de Casa del Sol.

Se ha repetido hasta el cansancio que “los niños son el futuro de nuestro país”, sin embargo, en el contenido de esta frase existen varias inconsistencias; es que niñas y niños, no son el futuro, son el presente.

Según la Convención sobre los Derechos de la Niñez (CDN), documento firmado y ratificado por México desde 1989, las niñas y los niños son considerados titulares de derechos, y es a partir de este tratado internacional que se construyen cuatro pilares fundamentales para garantizar una vida digna para niñas, niños y adolescentes:

  1. Supervivencia y desarrollo. Deberán crearse los elementos necesarios de crianza, infraestructura, así como sistemas de protección para garantizar que niñas, niños y adolescentes crezcan en un lugar seguro.
  2. No discriminación. Los derechos de niñas, niños y adolescentes son universales, aplicables sin ningún tipo de distinción.
  3. Interés superior de la niñez. La toma de decisiones debe estar basada en darle prioridad a la niñez.
  4. Participación. Niñas, niños y adolescentes son capaces de opinar de acuerdo a su etapa del desarrollo, y ese punto de vista debe ser considerado para su proyecto de vida.

Es así, como la CDN cambia el paradigma de protección para niñas, niños y adolescentes, determinando que el primer responsable de ello es el Estado, y en coadyuvancia, la sociedad civil y la comunidad en general. ¿Esto que significa? Que las organizaciones de la sociedad civil tienen la obligación de actuar en función de los  instrumentos legales determinados para ello y también tienen un rol prioritario en la construcción de un mundo
mejor para la niñez y la adolescencia, subrayando que debe realizarse en tiempo presente, no futuro.

Es así, y en este contexto que, en 1990, nace Grupo Voluntario Mexicano Alemán A.C., que a través de un grupo de mujeres solidarias y preocupadas por la primera infancia construyen un programa de atención, promoción, protección, defensa y restitución de derechos humanos llamado: Casa del Sol.

Esta institución, ahora es un Centro de Asistencia Social de Acogimiento Residencial para niñas, niños y adolescentes de varias entidades de la república, pues no solo atendemos a infancias de Puebla, también de Veracruz, Morelos, Hidalgo, Ciudad de México, Estado de México y Tlaxcala, incidiendo de manera regional mediante un modelo denominado crianza participativa, pues como se mencionó antes, un pilar de los derechos de la niñez es la participación, y estamos convencidos de que es a través de la libertad de expresión que se pueden construir proyectos de vida robustos, libres de violencia. Con deporte, arte y cultura, así como hábitos en el hogar, fortalecemos la educación de la población que vive en Casa del Sol, viviendo cien por ciento de donativos en efectivo, especie y proyectos de colaboración con empresas que con responsabilidad social hacen posible nuestra existencia.

Casa del Sol, un lugar mágico en el que las vidas se transforman, niñas, niños y adolescentes encuentran una oportunidad; en estos treinta y cuatro años de historia, la institución cuenta con más de mil quinientas historias de éxito, de personas que han llegado a vivir aquí por razones de violencia, pobreza o abandono y gracias al compromiso con la niñez, sus vidas se han transformado de manera positiva. En esta institución, los cuatro pilares de la Convención sobre los Derechos de la Niñez son una realidad, gracias a un patronato fuerte y de primer nivel conformado de veintisiete personas, con más de ochenta voluntarias permanentes, una plantilla de treinta y cinco colaboradores y el apoyo de cientos de donantes, tan sólo este año más de treinta niñas y niños han encontrado un hogar en su familia extensa o han ido en líneas de adopción.

Recientemente, una niña que está a próxima a vivir en otro hogar comentó: “Casa del Sol siempre será mi casa, todos los niños que aquí viven son como mis hermanos y nunca voy a olvidar lo que hicieron por mí, gracias por darme un lugar seguro y por toda la gente que hizo que yo tuviera que comer”.

Queremos agradecer y seguir mostrando resultados, por eso es un placer comentar que, a través de este medio, semanalmente compartiremos una columna de opinión sobre todos los temas referentes a niñas, niños y adolescentes. En resumen, la niñez en México no puede esperar más. Es hora de que todos, desde el gobierno hasta la sociedad civil, trabajemos juntos para asegurar que cada niña y niño tenga la oportunidad de crecer en un entorno seguro, saludable y pleno. Hablemos de niñas, niños y adolescentes, pues no solo es una responsabilidad moral; es un deber.

¡No dejemos que sus sueños se queden en el camino!

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