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Revisan actividad del empresario Julio Torres, asesinado y decapitado en Acatzingo, Puebla

La Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) investigan las actividades y los contactos del empresario Julio Torres, cuya cabeza fue localizada en el municipio de Acatzingo, tras haber sido privado de la libertad en Tecamachalco.

El crimen ha generado conmoción en la región, pues de acuerdo con versiones preliminares, aunque la familia de la víctima pagó un presunto rescate, el cuerpo no fue entregado y posteriormente apareció la cabeza en un espacio público, acompañada de un mensaje amenazante.

Investigaciones sobre el asesinato de Julio Torres en Puebla

El titular de la SSP de Puebla, Francisco Sánchez González, confirmó que la víctima ya fue identificada y descartó que se trate de un caso típico de secuestro.

De acuerdo con el funcionario, la investigación está a cargo de la FGE de Puebla, que busca determinar a qué se dedicaba el empresario y con qué personas mantenía relación, ya que el homicidio podría estar vinculado con actividades delincuenciales.

“Estamos viendo a qué se dedicaba esta persona, qué tipo de contactos tenía y con quién se relacionaba para establecer el motivo”, señaló Sánchez González.

Congreso local exige esclarecer el homicidio

Por su parte, el presidente de la Comisión de Seguridad del Congreso del Estado, Andrés Villegas Mendoza, pidió a las autoridades esclarecer si el asesinato de Julio Torres corresponde a un ajuste de cuentas.

El legislador indicó que, con base en la información disponible, no se trató de un secuestro, por lo que consideró fundamental que la Fiscalía de Puebla determine los móviles y sancione a los responsables.

“No fue un secuestro hasta donde tengo conocimiento… esperemos que en los próximos días se esclarezcan estos hechos”, declaró Villegas.

Presunto pago de rescate y hallazgo en Acatzingo

Aunque las autoridades manejan diversas líneas de investigación, trascendió que la familia del empresario Julio Torres entabló comunicación con sus captores y realizó el pago de un rescate. Sin embargo, pese a este acuerdo, la víctima no fue liberada.

La cabeza del empresario poblano fue abandonada en un parque público del municipio de Acatzingo, junto a un mensaje de amenazas, lo que refuerza la hipótesis de que el crimen esté relacionado con un ajuste de cuentas.

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