
Ciudad Modelo, Puebla, y Huamantla, Tlaxcala fueron incluidos en la lista de los nuevos Polos de Desarrollo para el Bienestar (PODEBIS), como parte del Plan México impulsado por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, con el objetivo de detonar el crecimiento económico regional a través de inversiones estratégicas y sostenibles.
El anuncio se realizó durante la conferencia matutina del jueves 22 de mayo, encabezada por la mandataria federal. En el encuentro, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón, detalló que estas dos regiones forman parte de los 14 nuevos PODEBIS aprobados por el Gobierno de México, en áreas geográficas con condiciones idóneas para atraer inversión privada y fortalecer su capacidad productiva.
Impulso al desarrollo regional con visión sustentable
El proyecto de los Polos de Desarrollo para el Bienestar forma parte del llamado «segundo piso de la Cuarta Transformación», y busca crear condiciones de desarrollo económico, social y territorial, con una visión integral, incluyente, sustentable y sostenible.
Todos los días informamos en diálogo circular: Mañanera del Pueblo. https://t.co/Ujwl6aIy4U
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) May 22, 2025
La incorporación de Ciudad Modelo y Huamantla es resultado de las gestiones realizadas por los gobiernos estatales de Puebla, encabezado por Alejandro Armenta, y de Tlaxcala, liderado por Lorena Cuéllar Cisneros, quienes promovieron ante la federación el potencial productivo de sus regiones, así como la necesidad de infraestructura adecuada para atraer inversión y generar empleos.
Armenta impulsa actualmente el desarrollo del Valle de la Tecnología y la Sostenibilidad en Puebla, mientras que Cuéllar ha trabajado en consolidar a Tlaxcala como un polo de innovación y bienestar.

PODEBIS: un modelo de desarrollo basado en vocaciones productivas
De acuerdo con Marcelo Ebrard, el diseño y establecimiento de los Polos de Desarrollo para el Bienestar se basa en las vocaciones productivas de los territorios seleccionados. Esto permitirá detonar un cambio estructural en la economía local, al generar cadenas de valor, empleos dignos e infraestructura moderna con apoyo de incentivos fiscales y logísticos para los inversionistas.
Con esta estrategia, el Gobierno de México busca transformar regiones estratégicas del país en motores de desarrollo, integrando a estados históricamente rezagados al dinamismo económico nacional.