Desde su llegada a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump ha impulsado una política comercial proteccionista, que incluye la imposición de un arancel del 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México. Esta medida, que entraría en vigor el próximo 4 de marzo, podría afectar significativamente al sector siderúrgico y metalúrgico mexicano.
Según la Secretaría de Economía, México importa más productos siderúrgicos de Estados Unidos de los que exporta, por lo que la imposición de estos aranceles carecería de justificación. En 2024, el mercado mexicano representó el 52% de las exportaciones siderúrgicas estadounidenses, y desde 2015, Estados Unidos ha mantenido un superávit anual de 1.2 millones de toneladas de acero y aluminio.
No obstante, si la medida se concreta, la industria metalúrgica y siderúrgica en México enfrentaría un escenario complejo, con presiones sobre costos operativos y reducción en los márgenes de rentabilidad. Ante este desafío, la optimización del consumo energético podría ser clave para mantener la competitividad del sector.
Estrategias energéticas para mitigar el impacto
De acuerdo con Víctor Mejía, CCO de Energía Real, empresa líder en soluciones de energía limpia, la implementación de estrategias energéticas integrales permitiría a las empresas mitigar los efectos de los aranceles.
“Las empresas pueden optimizar su consumo energético al combinar generación en sitio, Mercado Eléctrico Mayorista y almacenamiento de energía. Todo esto sin necesidad de una inversión inicial, gracias a mecanismos financieros flexibles. Estas soluciones mejoran la eficiencia operativa, garantizan un suministro confiable y accesible, y permiten a las industrias mantener su competitividad y avanzar en sus objetivos de sostenibilidad”, afirmó Mejía.
Según la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (CANACERO), los aranceles anunciados por Estados Unidos podrían afectar hasta el 75% de las exportaciones de acero mexicano, con un impacto económico estimado en US$2,100 millones.
Reducción de costos energéticos como estrategia clave
Mejía destacó que diseñar soluciones personalizadas según las necesidades de cada industria podría reducir los costos de energía hasta en un 40%, asegurando la continuidad operativa y fortaleciendo sectores estratégicos como el siderúrgico y metalúrgico.
La generación distribuida, mediante paneles solares en el sitio de consumo, es una opción efectiva para disminuir costos y reducir el impacto ambiental. Asimismo, el Mercado Eléctrico Mayorista permite complementar el abastecimiento de energía con contratos de compraventa offsite, asegurando un mix energético más sustentable.
Por otro lado, los sistemas de almacenamiento de energía (BESS) pueden ayudar a reducir los picos de demanda y optimizar el consumo. Estos sistemas permiten almacenar energía en horarios de tarifas bajas y utilizarla en momentos de mayor costo, lo que disminuye los cargos por capacidad y mejora la rentabilidad operativa. Además, los BESS pueden configurarse como respaldo de energía para garantizar la continuidad operativa en caso de cortes de suministro.
La importancia de la transición energética en la industria
Según CANACERO, el sector siderúrgico es el mayor consumidor privado de electricidad en México, representando el 2.7% del consumo total de energía del país. Esta realidad subraya la necesidad de que las empresas adopten estrategias energéticas innovadoras que aseguren su estabilidad financiera y refuercen su resiliencia ante cambios regulatorios y comerciales.
En un entorno de incertidumbre, la transición hacia soluciones energéticas más eficientes y sustentables puede marcar la diferencia para que la industria siderúrgica y metalúrgica mexicana continúe siendo competitiva a nivel global.
