
En vísperas del 135 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y Rusia, el gobernador Alejandro Armenta recibió al embajador ruso Nikolay V. Sofinskiy, con quien refrendó los lazos históricos entre ambos países y planteó nuevas rutas de cooperación internacional en materia de ciencia, arte, educación y cultura.
Durante el encuentro, celebrado en Casa Aguayo, el embajador Sofinskiy expresó su interés por consolidar un acuerdo de cooperación entre Puebla y alguna región rusa, similar al que actualmente existe entre Moscú y la Ciudad de México.
“Estamos dispuestos a formalizar proyectos conjuntos en educación, ciencia, industria y cultura; solo esperamos una señal de ustedes”, declaró el diplomático.

Además, recordó que como parte de las relaciones bilaterales, Rusia ofrece cada año 40 becas a estudiantes mexicanos, que incluyen desde cursos de idioma hasta estudios de posgrado en universidades rusas.
Puebla busca hermanamiento con región rusa
El gobernador Armenta instruyó a la Secretaría de Humanidades, Ciencia y Tecnología de Puebla, encabezada por Celina Peña Guzmán, a elaborar una carta de intención para avanzar en el hermanamiento de Puebla con una región rusa, con énfasis en sectores estratégicos como la tecnología y la agricultura.
Subrayó que Puebla se posiciona como un Polo de Desarrollo del Bienestar, gracias a su ubicación estratégica con conexión interoceánica, infraestructura moderna y condiciones atractivas para la inversión extranjera.
Intercambio académico y cultural sigue vigente
Por su parte, la secretaria Celina Peña Guzmán resaltó que el intercambio académico entre Puebla y Rusia tiene raíces que se remontan a la época soviética, y anunció la participación de una delegación poblana en el Festival Mundial de la Juventud y en eventos de los BRICS, así como la próxima apertura de una exposición sobre la cultura rusa en el San Pedro Museo de Arte.
Durante su segunda visita a Puebla, el embajador ruso recorrió diversos puntos históricos y turísticos del estado, y reconoció el potencial de colaboración.
“Dos o tres días no son suficientes para conocer todo lo que ofrece Puebla y su gente”, concluyó.