Como parte de la estrategia para posicionar a Puebla como uno de los destinos turísticos y gastronómicos más importantes de México, el gobierno estatal celebró el evento “Sabores de Puebla y Tradiciones: la esencia del mole”, dentro de la ruta del Pasaporte Turístico, una iniciativa que integra más de 100 experiencias entre congresos, ferias, Pueblos Mágicos, turismo comunitario y cocina tradicional.
La sede fue el emblemático Museo de Arte Popular Poblano, en el Ex Convento de Santa Rosa, cuna del mole poblano. Durante el evento, el gobernador Alejandro Armenta destacó que la riqueza culinaria del estado, especialmente el mole, es parte esencial de su identidad y un motor de desarrollo económico a través del turismo.
“El mole poblano es más que un platillo: es un símbolo que nos representa a nivel nacional e internacional. Su presencia en esta ruta gastronómica fortalece la imagen de Puebla como destino turístico de alto valor”, afirmó el mandatario.
El mole, identidad y motor económico
El mole, con su mezcla de ingredientes prehispánicos y coloniales, refleja la gastronomía barroca que distingue a Puebla y que hoy se convierte en una herramienta clave para la promoción turística y económica del estado.
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Carlos Márquez, encargado de despacho de la Secretaría de Desarrollo Turístico, subrayó que la cocina poblana no solo alimenta el cuerpo, sino que une a la gente.
“Para las y los poblanos, la gastronomía es sinónimo de fiesta, comunidad y vida compartida”, puntualizó.
Cocineras tradicionales dan sabor auténtico
El evento contó con la participación de cocineras tradicionales como Teresa Jaimes, de Tlatlauquitepec, y Doña Vicky Serrano, de San Andrés Cholula, quienes presentaron diversas variantes del mole poblano.
Teresa Jaimes explicó que en su región, el mole se prepara con un toque más picante y se ofrecen dos versiones: el mole poblano y el mole ranchero, ambos muy apreciados por turistas y locales.
