Históricamente el Instituto Electoral del Estado se ha visto manipulado, cooptado, corrompido o simplemente ha actuado con miedito ante el Gobierno Estatal en turno. Esto se replica en muchas entidades y ha puesto en duda la independencia de los órganos electorales locales.
Ante las evidentes intromisiones de gobernadores en las decisiones, muchos piensan que todo debería concentrarse en el INE.
En Puebla vuelve a sospecharse que las últimas resoluciones del Tribunal Electoral Local no tienen una justificación lógica.
Revisemos esta jugada de tres bandas:
Carlos Evangelista fue parte de la Comisión Nacional de Elecciones de Morena, el poblano es aliado de Claudia Rivera y fue factor importante para elegir candidaturas en el proceso electoral de este año. Este personaje tiene la segunda posición plurinominal de Morena para el Congreso Estatal, entre más legisladores elegidos por el voto popular, menos escaños le corresponden a su partido.
Hasta hace unos días, Mónica Rodríguez, diputada del PAN por el distrito 9 de la capital, tuvo confirmada su reelección para la siguiente legislatura. El PREP le dio mayoría de votos. Ante el pequeño margen de votos con la candidata de Morena, Melisa Jauli, se determinó hacer un recuento de todos los votos como en otros distritos; al contarse todos los votos, se confirmó la victoria de la panista.
Bajo este resultado, según abogados electorales, ya no es posible eliminar casillas, por lo que la determinación del Tribunal Electoral Local de retirarle la diputación no hace mucho sentido, ella impugnará esta resolución en la Sala Regional del INE en Ciudad de México, pero si esto quedara así, no solo perdería la panista, sino también el morenista plurinominal, Carlos Evangelista, pues quedaría fuera de la legislatura por el principio de sobre representación de Morena.
Veremos qué dice la instancia máxima acerca de este tema, pero de que huele raro, huele raro.