Más allá del modelo tradicional: oportunidades para niñas y niños en familias homoparentales

Casa del Sol- Coordinadora operativa
Mtra. Maria José Cruz Sales

“¿Por qué dos mujeres deciden estar juntas?” fue la pregunta de una niña de 6 años, quien, dejando a un lado su crayola, observaba de lejos, con esmero, las lavandas que se encontraban fuera de la oficina. Después de unos segundos, le contesté: “El amor es tan maravilloso que junta a las personas por un sentir tan fuerte y misterioso, y en ocasiones no importa si eres hombre o mujer”. La pequeña continuó observando las flores, acompañadas por algunas abejas que descendían para alimentarse. Tomó un nuevo crayón, comenzó a colorear con ritmo, y repitió: “El amor es maravilloso y misterioso. Quisiera verlo cuando me adopten”. El dibujo casi estaba terminado; volvió a mirarme y compartimos una sonrisa cómplice, para después regresar al ruido del crayón rellenando espacios en blanco y al sonido de las teclas de fondo. El olor de la lavanda embriagaba la oficina.

En el 2022 entraron en vigor las reformas en el Código Civil en México donde hace posible el matrimonio igualitario. El desarrollo de este fue en el 2009 donde la Asamblea Legislativa del Distrito Federal conocido por las siglas ALDF modificó el artículo 146 del Código Civil donde eliminan la distinción entre un hombre y una mujer. Un año después, en 2010, la Ciudad de México fue el primer estado en legalizar el matrimonio igualitario,
siendo un triunfo en conjunto para màs adelante adoptar el termino de homoparentalidad en el àmbito jurídico, subrayando que las personas del mismo sexo tienen los mismos derechos que las personas heterosexuales.Cinco años después la Suprema Corte de Justicia de la Nación subrayó incosntitucionales las leyes estatales que impedian el matrimonio entre las personas del mismo sexo, lo cual dio lugar en el 2016 una reforma constitucional para la regularización el matrimonio entre personas del mismo sexo pero no paso por la comisión constitucinal del congreso. Fue en el 2022 donde se aprobaron las reformas al Código Civil que hicieron legal el matrimonio igualitario en México (Barajas, 2018; ​​Fuentes-Peláez et al., 2021).

Con el avance en el reconocimiento legal en personas homosexuales viene vinculado con las familias homoparentales comenzaron a tener mayor visibilidad y herramientas para exigir sus derechos, aun asi la discriminacion es un problema principal que atraviesan las personas homosexuales, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminacion (Conapred), compartió que uno de cada dos personas homosexuales son víctimas de discriminación, encuesta realizada en el 2010. Diez años despues Conapred estimó, con base en la muestra del censo de 2020, que cerca de 345 mil hogares están conformados por parejas del mismo sexo, lo que representa solo uno por ciento de los hogares en México; de ellos, dos terceras partes contaba con hijos o hijas (65.2%), basado en datos del INEGI del 2020.

En una sociedad que reproduce un sistema heteropatriarcal, se limitan y condicionan las experiencias de niñas y niños que necesitan un hogar y una familia. Este sistema, al priorizar estructuras familiares tradicionales, tiende a deslegitimar y discriminar modelos familiares diversos, lo cual puede privar a los niños de experiencias seguras y amorosas. Así, el modelo heterosexual, considerado como dominante, no solo excluye a las familias que no encajan en su molde, sino que también perpetúa patrones opresivos que limitan la libertad y el bienestar de quienes se encuentran fuera de la norma. En lugar de abrirse a la diversidad, este sistema reproduce prejuicios que afectan el derecho de las niñas y niños a crecer en entornos donde el amor y el respeto prevalezca sobre el juicio y la exclusión (Rodríguez Barrón, 2023; Tarducci, 2013).

¿Por qué limitar la posibilidad de adopción a familias homosexuales? Como sociedad tenemos la responsabilidad de preguntarnos qué peso tiene la procreación y evitar una definición universal, asi como el asumir como atribuimos algunos términos como naturales y otros no, ya que nos basta en que una persona engendre a otra para que pese el significado de relación. Diversas antropólogas han investigado e invitado al diálogo sobre los temas considerados como hechos culturales tales como intercambio sexual, el embarazo y el parto, lo cual tiende a tener consecuencias y significados construidos socialmente como lo son: la maternidad, la paternidad, el juicio, el gobierno entre otros, de tal manera el parentesco es una cuestion empirica, no un hecho universal (Tarducci, 2013).

En México, abrir la mente a la opción de las familias homoparentales podría transformar las oportunidades de muchas niñas y niños que esperan un hogar. Este cambio no solo significa ofrecer más hogares amorosos y estables, sino también promover un entorno en el que cada niña y niño pueda crecer con valores de inclusión y respeto. Al aceptar que el amor y la dedicación no dependen del género de quienes lo brindan, la sociedad mexicana puede dar un paso importante hacia la creación de familias diversas y seguras. Con el respaldo de
políticas inclusivas y un compromiso de las instituciones, podríamos asegurar que más niñas y niños tengan acceso a una familia que les ofrezca la oportunidad de desarrollarse en un ambiente cálido y de apoyo.
Para reducir la discriminación en torno a las familias diversas, es esencial que como sociedad implementemos estrategias de sensibilización y educación. Incluir la diversidad familiar en el currículo educativo, realizar campañas de concientización sobre la adopción homoparental, y generar espacios de diálogo en medios de comunicación puede ayudar a erradicar los prejuicios. Además, la participación de líderes comunitarios y figuras públicas que apoyen abiertamente estos modelos familiares puede influir en la percepción pública.

Si se normalizan estas estructuras familiares a través de la educación y el respeto, se fomentará una cultura donde cada tipo de familia sea valorada por su capacidad de brindar amor y estabilidad, más allá de las convenciones tradicionales. De esta manera, se fomentará la curiosidad y el diálogo entre niñas y niños en contextos donde las familias son diversas, coloridas y, sobre todo, están basadas en «un sentimiento
fuerte y misterioso», reconocido como amor. Al abrirse a la diversidad familiar, se crea un espacio de respeto y comprensión que beneficia tanto a las niñas y niños como a la sociedad en su conjunto. Así, cada familia, sin importar su composición, podrá contribuir a una generación más inclusiva y empática, capaz de ver en la diversidad una fuente de fortaleza y unión.

Bibliografía:
Barajas, K. B. (2018). Pánico moral y de género en México y Brasil: rituales jurídicos y sociales de
la política evangélica para deshabilitar los principios de un estado laico. Religião &
Sociedade, 38(2), 85-118. https://doi.org/10.1590/0100-85872018v38n2cap03

Fuentes-Peláez, N., Mateos, A., Torralba, J. M., Pérez-Hernando, S., & Arranz, M. (2021). La
infancia desde una mirada positiva. El acompañamiento a niños y niñas en situación de
vulnerabilidad desde el voluntariado. Barcelona: Universidad de Barcelona y Asociación de
Voluntarios de CaixaBank.

Rodríguez Barrón, C. (2023). Entre la igualdad formal de derechos y el reconocimiento del
derecho humano a la familia: una radiografía de la opción homoparental en al CDMX
[Tesis de licenciatura]. Universidad Autónoma de México.

Tarducci, M. (2013). Adopción y parentesco desde la antropología feminista. La Ventana. Revista
de Estudios de Género, 37, 106-145.