Por Luis Gerardo Inman Peraldi
Hace tiempo se escuchaba entre los empresarios una frase que dice: “Negocio que no da para robar, no es negocio”.
Desafortunadamente, este tipo de prácticas son llevadas a cabo muchas veces por colaboradores cercanos de tu empresa sin que tú te des cuenta. Personas que se han ganado nuestra confianza y buscan obtener un beneficio extra, substrayendo herramientas, materia prima, producto terminado, etc.
Con el paso del tiempo, y tras vivir muchos episodios en la empresa de robo a todos los niveles, entendí que un buen candado, es encontrar y desarrollar a una persona que sea tu segundo a bordo para que, con el tiempo, tengas un equipo administrativo que crea en conjunto los procesos, políticas y procedimientos que disminuyan estas acciones.
Conforme tu empresa vaya creciendo, te darás cuenta de que requieres mayor control, y necesitas mucho de esta palabra mi querido empresario: CONTROL. Es uno de los aspectos más importantes en los que debes mantener el foco.
Tener control en tu operación y asignar diferentes responsabilidades administrativas, te ayuda a que al cierre de mes puedas cuadrar las cuentas. Estas acciones minimizarán el riesgo y acelerarán un crecimiento sano a través de operaciones aisladas y que solo tu puedas cruzar.