Por Luis Gerardo Inman
Es verdad que emprender o ser empresario es una carrera de resistencia. Pero, ¿sabes qué pasa con la resistencia sin resiliencia? En muchas ocasiones, ambos términos se confunden por su parecido, pero hoy te quiero contar por qué no son lo mismo y mostrarte las diferencias que pueden cambiar el curso de un día laboral, de un proyecto o incluso, de tu emprendimiento o empresa completa. Sólo dependerá de ti.
- La resistencia es mantenerse en pie. Quien resiste, no se mueve, permanece, pero te quebranta.
- La resiliencia es cuando te doblas pero no te quiebras. Cuando las adversidades te hacen más fuerte, más claro y te permiten avanzar.
Si lo entendiste bien, sabrás que no es lo mismo toparse con una pared que con una cama elástica. Imagínate que estás pasando por una situación difícil en tu empresa. Puede que resistas mucho; aún cuando te vas desgastando poco a poco resistes como una roca inmóvil a la adversidad. sin embargo, la fricción diaria terminará por quebrarte.
Ahora imagínate que, ante esa misma dificultad, tu aprovechas para ver la vida de otra manera y amoldarte a las circunstancias, navegar según venga hacia ti el viento y salir aún más fortalecido como ser humano y por supuesto, como empresario o emprendedor.
En otras palabras, la resistencia es estática y la resiliencia es dinámica.
Yo te invito a que incluyas la resiliencia en tu vida, esa capacidad de levantarnos, de volver a intentarlo, de hacerlo diferente y hacerlo mejor. Recuerda, la clave está en seguir adelante, sé cómo el bambú que se dobla pero no se quiebra.