Abel Cuapa
La Universidad Iberoamericana de Puebla, condenó los hechos que habría incurrido el alumno Nicolás N., por ser probable responsable del delito de abuso sexual en agravio de una niña de 3 años de edad.
“Expresa su condena a cualquier acto, cometido por cualquier persona, que dañe o vulnere los Derechos Humanos, especialmente los que atenten contra el interés superior de las niñas y niños”, difundió.
Lo anterior, luego de que fue aprehendido por la Fiscalía General del Estado (FGE).
Añadió que de acuerdo a los Protocolos establecidos en la Universidad ante estos casos, la Procuraduría de Derechos Universitarios de la institución, conforme a sus facultades, integrará el expediente del caso y lo turnará al Comité para el Cuidado de la Integridad Personal y Comunitaria, para examinar a la solicitud de suspensión de derechos académicos del estudiante y proceder como lo dicta la normativa, a fin de poner en pausa su proceso académico, mientras se desahogan los procedimientos de carácter judicial.
La institución de orden jesuita, manifestó su total disposición de colaboración con las autoridades de procuración y administración de justicia con la finalidad de lograr un proceso de investigación y, en su caso, de juzgamiento objetivo e imparcial, conforme a los protocolos y procedimientos que marca la ley e instamos a que el mismo se conduzca apegado a los principios de debida diligencia y presunción de inocencia.
Defendió que son una institución cuyos principios, valores y prácticas están arraigados en una ética del cuidado de la dignidad de toda persona y de la defensa de la justicia.
“Durante más de 450 años de nuestro modelo educativo jesuita, hemos querido formar personas libres, compasivas, conscientes, competentes y comprometidas, dando testimonio de una permanente actitud de servicio a la sociedad y de una opción preferencial por acompañar a los más débiles, a los que más sufren, a las víctimas; por ello nos duele y nos indigna profundamente que nuestro nombre se ponga en entredicho por causa de acciones estrictamente individuales de presumible carácter delictivo por parte de una persona integrante de la comunidad universitaria, que en absoluto representan nuestra filosofía institucional y son contrarias a las normativas y protocolos que rigen todas nuestras actividades”, expuso.
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