Aquí te lo Cuento
Por Abel Cuapa
Gran indignación y consternación ha causado el asesinato de la activista Blanca Esmeralda Gallardo, la madre buscadora.
Diversas organizaciones, colectivos y grupos han externado su malestar por este cruel crimen perpetrado la mañana del martes 4 de octubre, en Villa Frontera en la ciudad de Puebla.
Esa mañana fría, al menos diez balazos acabaron con su vida y con su meta de encontrar a su hija.
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Ella era integrante del colectivo Voz de los Desaparecidos, pues se unió desde el 2021 cuando su hija Betzabé Alvarado, desapareció, por lo que se encontraba en su búsqueda.
“Buen viaje Esme, sostenemos tu memoria y buscaremos a tu hija”, fue un mensaje que se pudo observar en una de las cartulinas que portó un señor al darle el último adiós a la madre buscadora.
Sus restos serán trasladados al estado de Veracruz, donde les darán sepultura.
Una gran indignación se percibe, también, porque ella había pedido medidas de protección ya que temía por su vida, pero las autoridades se las habían negado, hoy llegaron tarde.
Esas medidas que pudieron salvarle la vida, nunca las vio, la Fiscalía y la Comisión Estatal de Búsqueda no decretaron esa protección pese al riesgo que corría.
Se vieron lentas las autoridades
Bien dice aquella frase, “muerto el niño quieren tapar el pozo”.
Ahora, la Fiscalía General del Estado aplicó medidas de protección para los familiares de Esmeralda.
El gobernador Miguel Barbosa Huerta, repitió su discurso, como cada vez que sucede un asesinato de este nivel: “Se dará con los responsables y se les aplicará todo el peso de la Ley”.
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